Claudia Santibáñez, debiéramos tener una primavera más bien seca
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Claudia Santibáñez, directora de la Escuela de Ingeniería en Medio Ambiente y Sustentabilidad de la Universidad Mayor, proyecta el escenario meteorológico: «debiéramos tener una primavera más bien seca
Tras varios sistemas frontales durante las últimas semanas, la experta Claudia Santibáñez proyecta el retiro definitivo del fenómeno del Niño, que dará paso a un posterior arribo de La Niña, que podría generar una gran afectación a la industria frutícola, con el consecuente impacto en el bolsillo del consumidor.
Pasados ya varios sistemas frontales de importancia en nuestro país, pese a que recién está terminando mayo, varias son las interrogantes abiertas de cara al inicio del invierno y a lo que resta del año en materia de eventos metereológicos y consecuencias para nuestro territorio.
Considerando este crudo otoño que estamos teniendo, con características típicamente invernales, Claudia Santibáñez, directora de la Escuela de Ingeniería en Medio Ambiente y Sustentabilidad de la Universidad Mayor, proyecta el escenario metereológico al que se enfrenta nuestro país, anticipando una primavera no exenta de imponderables derivados del comportamiento climático.
Qué proyecciones nos permiten hacer las lluvias y nieve caída durante las últimas semanas es lo que nos comenta la profesional, quien advierte que «todavía estamos en presencia del fenómeno del Niño, este todavía está dejando algunos coletazos que son estas lluvias intensas».
«Aunque este Niño ya se está debilitando de forma progresiva, esta transición es lenta, pero el fenómeno ya está en retirada, transitando hacia otra condición, que se denomina ‘neutral’, donde no hay presencia de Niño ni de Niña, esta situación se está manteniendo en el país y se espera que se va a mantener todo el invierno».
En consecuencia, comenta, «podríamos tener un invierno lluvioso, como no (también), y se espera para agosto o septiembre, recién, ahí vamos a empezar a evidenciar el fenómeno de La Niña, por lo tanto sin duda vamos a tener una primavera muy seca y muy fría».
«Este invierno podría ser lluvioso o incluso normal, porque ya estamos saliendo de El Niño, entrando en La Niña, lo que venga ahora es un poco incierto, estas lluvias copiosas de los últimos días probablemente son los indicios de El Niño, que se está retirando», contextualiza.
Eso sí, asegura, «esto podría llevar a que estas anomalías empiecen a regularizarse teniendo un invierno un poco más normal, hay que pensar que habíamos tenido harta presencia de Niña, que a veces se presentan varios años seguidos, hemos tenido inviernos que han sido más bien secos, pero a eso hay que sumarle también el hecho del cambio climático, hay una reducción de las precipitaciones históricas, entonces es difícil decir qué es normal»
«Es complejo porque hay una tendencia a un descenso de las precipitaciones, pero que se ve agravado muchos años cuando hay presencia de La Niña, pero en este invierno en particular no debiese afectarnos tanto, puesto que La Niña se va a empezar a manifestar en la primavera», agrega.
¿Qué significa esto? Qué debiéramos tener una primavera más bien seca y, según lo que asegura Santibáñez, «sobre todo muy fría, podríamos incluso tener varios eventos de heladas durante la primavera, algo muy frecuente cuando hay Niña».
«El principal problema que podríamos tener viene dado por la agricultura, sobre todo lo que es la producción frutícola, estas heladas en primavera son fatales, porque generan mucho daño porque los árboles frutales entán en plena floración y eso puede afectar el rendimiento con pérdidas que pueden ser cuantiosas, la principal consecuencia va por ese lado», dice.
«Eso también tiene coletazos en el precio de los alimentos, al haber problemas climáticos, todo sube de precio, esa es una de las principales consecuencias que podrían haber, estas heladas que se esperan en la primavera que podrían este problema sobre la producción de alimentos», ilustra.
Por eso, plantea, «es súper importante tener un buen pronóstico para que aquellos que tienen sistemas sobre el control de las heladas puedan aplicarlo, pero no todos están en la misma condición, los agricultores más grandes tienen cómo protegerse de alguna manera, pero los pequeños y medianos agricultores muchas veces no tienen este sistema».
«El problema son sobre todos los frutales, porque las heladas en invierno no generan problemas porque muchos de ellos pierden las hojas, pero es distinto cuando las heladas se presentan en primavera, cuando están en etapa de floración, ahí las heladas los afectan mucho, por eso prácticamente toda la fruticultura se ve tremendamente afectada».
La fruta sería la que más sufriría, confirma Santibáñez antes de comentar que «como se ha comportado todo hasta ahora, debiéramos tener un año normal», lo que sin embargo no nos garantiza que durante durante el 2024 «no enfrentemos algún evento de racionamiento de agua».
«Como se habla siempre de probabilidades, es difícil descartar algo, debiéramos tener un año normal, de hecho ya se ha acumulado bastante nieve, esas son reservas de agua bastante importantes, no me atrevería a aventurar que hay que descartarlo, lo que sí hay es una probabilidad muy alta de que La Niña entre en primavera», dice confirmando que su aparición este 2024 se atrasó.
Pese al mal augurio, la experta comenta que «el hecho de que esté entrando en agosto y septiembre es una buena noticia, porque esto permitiría este bloqueo. Ahora, eso tampoco garantiza de que vaya a ser lluvioso, en ningún caso».
«Tenemos que ser cautos con el agua, porque todavía no podemos decir que este es un año normal, porque podrían venir meses secos, no lo sabemos, al menos La Niña no va a generar efectos antes de primavera», recalca.
Además, Santibáñez aclara que «si se mantiene esta condición de mucho frío, eso tiene una afectación en la salud, porque en los días fríos el gran problema que se genera es que la circulación del aire es muy mala, el aire frío es más pesado, más denso, la circulación atmosférica sea más lenta, los contaminantes quedan atrapados y la calidad del aire empeora mucho».
«El hecho de tener un aire muy frío, está vinculado con mala ventilación, podría tener acompañado mala calidad del aire», complementa.
Lo que más preocupa, concluye, «es el material particulado».
Fuente: El desconcierto